30.3.10

CABEZA DE HORMIGA

4- esperando a los bárbaros


Bueno, ¿y que se supone que haga uno cuando se te cae la vida? Dos minutos bastan para que la tecnocracia mas recalcitrante haga de sus métodos un tópico de todos los imperios habidos y por haber. Me explico. Nosotros por un lado, quemando todo lo quemable, robando todo lo robable, contando los súper 8 de primera necesidad que me saqué de Fruna, y por el otro lado, ellos, los mismos ellos de siempre, dejando que los bárbaros se den cuenta de los bárbaros que son. Yo por lo menos en ningún momento dude de mi barbarie, de mi condición pagana, hereje, primitiva, ladina. A la primera cortina metálica abierta que vi, me saque el polerón, lo convertí en un improvisado morral y pum pa'dentro, lo que fuera. Y así muchas cosas, y así muchos otros. Me interesa una reverenda raja cualquiera taxonomía mediática, cualquier indulto de lo necesario. Si se te cae la vida haces lo que tienes que hacer, no más, y cuando digo la vida es en el más amplio sentido de la palabra, aunque para muchos esto no es vida. El problema en realidad es lo que les decía antes. El problema para variar son ellos frente a nosotros. Osea, la señora paltona frente a los que mantienen su casa limpia. Aprovecho la ocasión para contarle a todo el mundo (sería una maravilla que todo el mundo leyera este poquito de escritura primaria) que vivo en la muy, muy bárbara, ciudad de Concepción, último bastión de la podredumbre humana, de la maldad ADeNeica, de la lujuria molecular. En realidad, y perdonen por mi falta de información técnica respecto a la historia oficial de la ciudad, Concepción es, como buena capital de provincia, como la vieja alcaldesa de Viña del Mar. Me refiero a lo recargádamente mal maquillada que se presenta en sociedad, y por favor, no vayan a pensar que el maquillaje es una condición necesaria para una sociedad. Pensándolo bien, no entiendo del todo el termino “en sociedad”, es como un “centro cultural”. La cosa es que a nuestra vieja fea mal maquillada, le robaron, sus sirvientes, y como en una novela de televisión nacional, aparece el capitán de la policía y su conocido adinerado, poniendo cara de pichula jactándose de su civilismo. Somos lo que somos, unas bestias, y ellos lo saben, nos mostraron lo bestias que somos y nos dieron la solución. Ni míster musculo hubiera dejado tan limpia la imagen del ejercito. Bastaron dos días de orfandad, para que el padre volviera inflado y ufano para poner en orden la casa, mandarnos castigados a nuestras casas, sin poder salir, sin poder jugar. Eso, o padre santísimo, es paternalismo. Nadie duda de los beneficios de los milicos en las calles, no vaya a ser cosa que después la vieja de la esquina ande diciendo que la mejor solución para la delincuencia son los milicos. No me extrañaría, ya va un mes.


En fin, seguramente todo lo que escribí arriba ya lo habían escuchado, leído, pensado, deducido. No me importa, si yo no se los digo no cuenta. Soy la exégesis total desde la literatura mal parida. Mis palabras, seguramente no las de otros, retumbaran por debajo de las placas tectónicas. La barbarie se construye como un gigantesco tratado de literatura universal que no alcanzaron a editar las maquinas oficiales, o que, ¿acaso al Diego no hizo el gol con la mano? Y no fue cualquier gol, fue con la mano de dios. Eso dice mucho de dios, por lo demás. Deben estar pensando que algún extraño síntoma posterremoto se apoderó de mi cerebro por la cantidad de barbaridades que soy capas de lanzar en tan poco tiempo. Los bárbaros somos siempre por descarte, antropológicamente hablando, la construcción del pagano es por homogénesis, o mejor dicho, por imperfecta homogénesis. Y si no creen lo que les digo, hoy es justo el día del joven combatiente, el toque de queda supuestamente había terminado hace unos días, pero hoy y solo hoy, todos a sus casas desde las nueve de la tarde. Una conmemoración como DIOS manda.

Lo único realmente importante después de todo, es aclararles que esto lo estoy escribiendo en un programa llamado open office, que es un procesador de textos que viene en un sistema operativo que instale en mi computador, un sistema operativo que no es window, sino ubuntu, una distribución de GNU-LINUX. Les cuento esto no por simple monería, sino más bien porque les puedo contar lo que quiera. Total si ya empezaron a leer seguro vana seguir hasta que termine. Dejen de lado window, que es una mierda, con todos sus programas con licencias, con codigos y virus y bla bla bla. Yo me demore dos días en convencerme y eliminé window de mi computador y ahora me siento un ser humano un poco, no, mejor dicho, harto mas aliviado. El único problema es que a esta hora siguen los milicos dando vueltas por las calles buscando algún extraño barbudo de pelo largo, con rayados en el cuerpo para sentenciarlo a la sagrada trinidad que nos juzga: el legislativo, el ejecutivo y el judicial.


chicoma

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Oye, o sea que, en pocas palabras, eres un ladrón más. Ni creas que no arremetería contra todos los que como tú hacen necesaria la milicia en las calles. O crees que salieron los perros porque tenían ganas?

En nuestro humano caso, la barbarie de la que hablas es una opción. Yo no soy un señorito adinerado, uso Ubuntu también, y me altera que justifiques de manera tan barata tu idiotez. Los milicos te lo agradecen.

chicoma dijo...

los milicos no salen solos. por lo demás, si soy un ladrón. cada ves que puedo le robo a algun supermercado, libreria, tienda comercial o algo asi. que te puedo decir, la barbarie es por descarte, somos barbaros porque no somos los civilizados.
osea tu anónimo, tal ves lo seas, no me cabe duda, pero los milicos no salieron a controlar los saqueos. los milicos salieron a reestablecer la norma, que no peligró por los saqueos o los robos, existén seguros ṕara eso, por favor que no quede duda al respecto, la normalidad peligró porque los vecinos se organizaron y decidiron entre todos que hacer para sobrevivir, sin la ayuda del papá estado. los milicos no salieron a parar los robos, los milicos salieron a mantener a las personas encerradas en sus casas con miedo a la turba asesina que la prensa se encargo de modelar (auque no cabe duda que en algunos lugares si hubo imbeciles que robaron a sus propiso vecinos, pero esa no fue la generalidad), los milicos salieron a hacerles creer a los muy "no señoritos" que no pueden organizarse ni autodefinir su comida, su seguridad, su vecindad, entre ellos mismos. los milicos salieron porque los mandarón los patrones a convencer a anónimos como tu de canalizar el odio hacia la población misma.

que te puedo decir,
no creo que los milicos me lo agradescan